jueves, 6 de enero de 2011

La soberanía de Cataluña


Mucho se ha escrito sobre la pérdida por parte de Cataluña de sus fueros en 1714, después de la Guerra de sucesión española. Algunos hablan de la pérdida de la “soberanía de Cataluña”, otros incluso se atreven a hablar de la pérdida de la “independencia de Cataluña”.

Pero, ¿gozaba Cataluña de autogobierno antes de 1714?, ¿era un territorio soberano?, ¿era acaso un estado independiente?

Quien mejor puede contestar a estas preguntas es el profesor Jaume Vicens Vives, el mejor historiador catalán de la historia.

Pero antes de citar las palabras de Vicens Vives conozcamos como era la organización política e institucional de la Corona de Aragón:

En las Cortes estaban representados la Iglesia, la Alta Nobleza y los magnates de las ciudades.
El rey concedía a las Cortes libertades y privilegios a cambio de dinero y apoyo militar.

Ahora sí, conozcamos según Jaume Vicens Vives el mecanismo político orgánico de la Corona de Aragón:

“-En la cima, la Monarquía y su corte: la paz, la guerra, la diplomacia, la justicia, la ley y las finanzas generales.

-Un peldaño por debajo, el gobernador general encargado de asegurar la justicia y la ley en nombre del monarca en el país donde este no se hallaba presente.

-Más abajo aún, los portavoces del gobernador general, los oficiales encargados de representar al gobernador general en el mantenimiento del orden público y la administración de justicia.

-Y, más abajo, los funcionarios comarcales, delegados del poder supremo regio.

-Este era el aparato del Estado. Al lado, conviviendo con él, pero no sujeto a él, el aparato "pactista" de los respectivos territorios: las Cortes, los Municipios, los Gremios, perfilado más adelante con las Diputaciones del General.

Este esquema del mecanismo constitucional de la Corona de Aragón rigió hasta 1714.
De él no parece proceda deducir que existió autogobierno o gobierno autónomo alguno”.

Por tanto podemos afirmar que Cataluña nunca ha gozado de soberanía ni ha sido nunca un país independiente, y que sólo ha gozado de autogobierno en dos ocasiones. La primera en la segunda República española, y la segunda con el estatuto de 1979.

Origen del nombre de Cataluña


Las dos teorías más plausibles del origen del nombre de Cataluña son las siguientes:

La primera habla de cómo fuimos bautizados en Italia:

El Arcediano de Pisa, de nombre Euricus, escribió, en fecha imprecisa, un libro titulado "Liber Majolichinus de Gestis Pisanorum ilusribus" en el que se narra las gestas de la expedición a Mallorca de los años 1114 y 1115; se refiere a las hazañas del jefe de la expedición, Ramón Berenguer III, al que cita con diversos títulos: "Catelánicus heros", "Dux Catelanensis"...y menciona igualmente la palabra "Catalania" o "Cathelania".

Nos bautizaron en Italia como consecuencia de una adulteración de la palabra Lacetania. El "acta" de dicho bautizo consta en un manuscrito que narra hechos de 1114 y 1115 pero, es de suponer que fue escrito unos años más tarde.

Y la palabra “Lacetani” no paso a “Catelani” por una evolución lingüística sino que fue un error del autor. A principios del siglo XII el Condado de Barcelona era bastante conocido. Dicho condado no incluía toda la Marca Hispánica; su núcleo central lo formaba el territorio ocupado anteriormente por la tribu íbera de los lacetanis. Un italiano culto recordó aquella denominación y así como se habían ya resucitado nombres antiguos tales como Aquitania, Bélgica, Luciana, se le ocurrió resucitar el de “Lacetani”, pero en el escrito apareció la metátesis “Catelani”. Compara Coromines (Joan Coromines: El que s´ha de saber de la llengua catalana. 1954) esta metátesis con el antecedente de Ptolomeo que al hablar de los lacetanos escribe “Katelanoi” en unos manuscritos y “Kastellanoi” en otros.

Hay que tener en cuenta que la propagación y penetración aquí del nombre que se nos atribuía en dicho manuscrito fue forzosamente lenta y tardía. Se puede afirmar que en tiempos de Ramón Berenguer IV era aquí desconocido el nombre de "Cataluña".

En tiempos de Pedro II se usa la palabra Cataluña de forma clara. En un documento relacionado con la proclamación de la Paz de Dios se puede leer: “Haec est pax quam dominus Petrus…constituit per totam Cataloniam, videlicet a Salsis usque ad Ilerdam”.

En tiempos de Jaime I es ya frecuente el nombre de Cataluña; en el "Llibre de feyts del rey en Jacme" o Crónica de Jaime I la palabra Cataluña aparece con frecuencia.

Así Ferran Soldevilla (Història de Catalunya, Barcelona 1962. Cap. VIII) se refiere a las constituciones de “Paz y Tregua” de 1173 en que Alfonso II manda instituir la paz y la tregua “en dicha tierra mía, de Salses hasta Tortosa y Lérida con sus términos” Y añade: “es decir, dentro de los límites de lo que más tarde será comprendido con el nombre de Cataluña”. Reconoce pues, que en 1173 no existía Cataluña.


La segunda teoría habla de cómo Cataluña significa "tierra de castillos". El mismo significado que Castilla.

En la página de la Generalitat se puede leer:

"El nombre de Cataluña -de etimología incierta, aunque probablemente derivado de "tierra de castillos"- se empieza a utilizar a mediados del siglo XII para designar el conjunto de condados que formaban la Marca Hispánica".

http://www.gencat.cat/catalunya/cas/historia/historia2.htm

En la wikipedia se puede leer:

"Otra propuesta sugiere que por las necesidades defensivas de la Marca se levantaron muchas fortificaciones. Sus guardas eran los castellanos que en el bajo latín medieval tomaría el nombre de castlanus de cuya voz surgen las formas catalanas castlà, catlà y carlà.[6] De éstas formas, los extranjeros que pasaban por sus tierras habrían comenzado a nombrar así a los habitantes y su territorio (català > Catalonia, Catalaunia), por lo que Cataluña significaría «tierra de castillos»".

http://es.wikipedia.org/wiki/Catalu%C3%B1a

Aunque en mi opinión esas dos fuentes no son nada fiables es cierto que en el libro de Marcelo Capdeferro "Otra historia de Cataluña" menciona esta teoría como una de las posibles.
Y en su libro de Historia de España Ricardo de la Cierva la da por buena.