UNIÓN DEL REINO DE ARAGÓN Y EL CONDADO DE BARCELONA
El 11 de agosto de 1137 Ramiro II rey de Aragón firmó en Barbastro un documento por el que cedía a Ramón Berenguer IV el gobierno del reino (pero no la dignidad real) con la condición de que fueran respetados sus leyes, usos y costumbres; al mismo tiempo Ramón Berenguer IV aceptaba el compromiso matrimonial con Petronila, niña entonces de unos dos años.
Se considera comúnmente que la unión del Reino de Aragón y el Condado de Barcelona se produjo desde el momento en que Ramón Berenguer IV se hizo cargo de la gobernación de Aragón, es decir en 1137.
Muchos historiadores se refieren a ella utilizando la expresión de “unión de Cataluña y Aragón”, expresión que no es correcta, ya que durante el mandato de Ramón Berenguer IV el Condado de Barcelona no era el único de la Marca Hispánica; fuera de su órbita seguían existiendo en igualdad de condiciones, los condados de Pallars Jussá, Rosellón, Pallars Subirá, Ampurias y Urgel. Cataluña estaba pues inconclusa en tiempos de Ramón Berenguer IV. Incluso cabe notar que para ir de Barcelona a Aragón Ramón Berenguer IV debía atravesar un territorio que no estaba bajo su jurisdicción. Pero además, no se puede utilizar propiamente la palabra Cataluña en 1137 por la sencilla razón de que dicha palabra no era aún conocida. Cataluña se gestó desde el siglo IX, pero no nació hasta finales del XII y se formó en el XIII.
Ramón Berenguer IV no utilizó jamás el título de Rey, ni tan siquiera después de efectuado el matrimonio canónico con Petronila (1551) o después de la muerte de Ramiro II (1154); adoptó títulos tales como Príncipe o dominador de Aragón (“dominator regni aragonensis”). Ramiro II cedió a Ramón Berenguer IV el reino, o sea la función real y el gobierno, pero no el título, ya que Ramiro no abdicó. Conservó él el título de rey que, a su muerte (1154) heredó su hija Petronila. Esta lo cedió en vida a su hijo Alfonso II, dos años después de la muerte de su marido.
Ramón Berenguer IV colaboró con Castilla, Génova y Navarra en la reconquista de Almería (1147) que era entonces “un nido de piratas”. Ayudo a pacificar el Mediterráneo lo que facilitó la conquista de Tortosa (1148). Un año más tarde reconquistó Lérida. En 1154 fueron reconquistados los reductos de Ciurana y Mequineza, terminando así la Reconquista del suelo catalán, en la que invirtieron 436 años desde su conquista por los musulmanes, y 359 años desde la fundación de la Marca Hispánica.
Ramón Berenguer IV y Alfonso VII de Castilla concertaron en 1151 el Tratado de Tulidén por el que, a cambio del vasallaje al rey castellano, heredado de Ramiro II de Aragón, se reconocía a Ramón Berenguer el derecho de reconquista de los reinos musulmanes de Valencia, Denia y Murcia.
En un viaje hacia Turín, Ramón Berenguer IV, enfermó y murió en Borgo San Dalmazzo (Piamonte) el 6 de agosto de 1162, a los 47 años de edad. Su cuerpo fue enterrado en Ripoll.
El hijo y sucesor de Ramón Berenguer IV era Ramón, que pasó a llamarse Alfonso.
Alfonso II el Casto reconquistó Caspe, Calanda, Alfambra, Valderrobles (1169) y Teruel (1171). Ayudó a Alfonso VIII de Castilla a reconquistar Cuenca, y en 1179 firmó con el rey castellano el Tratado de Cazorla, por el que se rectificaba el de Tudilén (1151), que había fijado los límites de reconquista entre Castilla y Aragón. A Aragón le correspondieron Valencia, Játiva y el reino de Denia, señalado como límite de reconquista la divisoria entre los ríos Júcar y Segura, por el puerto de Biar. Quedaba sin efecto el vasallaje del rey de Aragón al de Castilla, a cambio de la reconquista de Murcia que pasaba a Castilla.
Alfonso II murió en Perpiñán el 25 de abril de 1196, siendo enterrado en el Monasterio de Poblet que, desde entonces fue Panteón Real. Fue un paladín de la concordia entre los reinos hispanos. Su reino lo heredó su hijo Pedro II el Católico.
Pedro II fue a Roma, donde fue coronado por el Papa, juró fidelidad a la Santa Sede y puso su reino bajo la protección de la Sede Apostólica. Quedó establecido que las futuras coronaciones reales se efectuarían en Zaragoza por el Arzobispo de Tarragona (Bula de 17 de junio de 1206).
Pedro II intervino e hizo un magnífico papel en la Batalla de las Navas de Tolosa. Al año siguiente (1213) las tropas aragonesas fueron atacadas en Muret, escaramuza decisiva de la llamada cruzada albigense, por las tropas de Simón Monfort que vencieron y mataron a PedroII.
Esta derrota marcó el inicio del dominio de los reyes franceses sobre Occitania, que en 1219 conquistaron y dominaron completamente la zona; y el fin del dominio aragonés en el sur de Francia y del sueño de un reino pirenaico.
En este reinado se inició el uso oficial de la denominación Cataluña, de una forma clara. Al instaurar la Paz y Tregua se dice: “Haec est pax quam dominus Petrus…constituit per totam Cataloniam, videlicet a Salsis usque ad Ilerdam”. (Esta paz que el Señor Pedro constituye por toda Cataluña, evidentemente del Salces sin interrupción a Lérida).
A Pedro II le sucede su hijo Jaime I, nacido el 2 de febrero de 1208.
Jaime I quedó huérfano de padre y madre (1213), en ese momento se hallaba bajo la custodia de Simón de Montfort en Carcasona. Gracias a la intervención papal (Pedro II había puesto a su reino y familia bajo la protección de la Santa Sede) el niño fue entregado en Narbona (1214) al legado pontificio Pedro de Benevento, quien lo confió a los Templarios que se cuidaron de su educación en su castillo de Monzón.
El legado papal organizó la Regencia nombrando Procurador o Regente al Conde Sancho, tío abuelo de Jaime (era hijo de Ramón Berenguer IV) y un Consejo de Regencia compuesto por magnates aragoneses y catalanes. En 1218 el Conde Sancho renunció a la Regencia; el Papa nombró entonces una nueva Regencia presidida por el Arzobispo de Tarragona.
A los 16 años Jaime I tomó las riendas del poder.
En 1229 emprendió la conquista de Mallorca. En 1231 se le sometió Menorca como tributaria. En 1235 conquistó Ibiza. Valencia en 1238. Con la conquista de Biar, Xixona y Altea, en 1245, daba fin a la Reconquista asignada por el Tratado de Almizra, firmado el año anterior, que fijó definitivamente la frontera en la divisoria de los ríos Júcar y Segura. No obstante reconquistó el Reino de Murcia (1266) que, sometido por Fernando en 1243, se había sublevado contra su sucesor Alfonso X el Sabio.
Jaime I, en lo referente a la Reconquista, fue consecuente con anteriores pactos de sus antecesores; es una prueba más de que nunca dejó de estar latente una idea definida de reunificación peninsular.
Su política de paz con los reyes cristianos movió a Jaime I a buscar un acuerdo con Francia. Aunque podía alegar muy fundados derechos de algunas tierras del Sur de Francia concertó con Luis IX de Francia el Tratado de Corbeil (1258) por lo que los reyes franceses renunciaban a sus remotos derechos sobre algunos territorios catalanes (los de la antigua Marca Hispánica) y Jaime I renunciaba a sus derechos sobre parte de Occitania.
En su testamento dejaba el reino dividido en dos: Aragón, Valencia y Cataluña, para su hijo Pedro, con el título de rey de Aragón; Baleares, Rosellón, Cerdaña y Montpellier, para Jaime, con el título de rey de Mallorca.
Murió en Valencia el 27 de julio de 1276 y fue sepultado en Poblet.
Permiteme, sin animo de ofender a nadia, citar solamente unos pequeños datos.
ResponderEliminarSi bien es cierto, que se intento conquistar Tarragona y Tortosa sin exito, éstas si son conquistadas por la corona de Aragon, este fue el puerto natural de Aragon.
Y en cuanto a los Condes, te dejo un pequeño dato, todos ellos eran de origen frances, y despues del Velloso, que consiguio mantener para sus herederos el titulo de Conde de Barcelona (titulo, que muchos mal interpretan como autonomia),su mujer y la de todos sus descendientes, hasta Ramon Berenguer IV, fueron francesas, con lo que nunca hubo en ellos otra sangre que no fuera Gala.
Con lo cual nunca se emparejaron ni desearon nada de Barcelona, salvo sus bienes y riquezas.
Por cierto, te dejo este i todos los articulos que quieras, creo que simplemente muestran la verdad, y que estos datos Verdaderos, son los que deberiamos tener en Wiquipedia, no falsas confederaciones, y independencias.
Un saludo. http://aledua.blogspot.com/
Hola Jose,
ResponderEliminarsegún el Marqués de Lozoya (Historia de España, Ed. Salvat) parece que la mayoría de los condes de la Marca Hispánica “pertenecían a famosas familias de “godos renegados” que habían aceptado el dominio franco de la Galia”. Por ejemplo, el primer conde de Barcelona, Bera, era visigodo.
Y Wifredo el Velloso era hijo de un hispanogodo, Sunifredo, por tanto los demás condes de Barcelona eran de origen hispanogodo.
Si tienes otra información me gustaria que la compartieras conmigo.
Un saludo!
ok el libro catalunya nunca fue una nacion.
ResponderEliminarel libro que ha enseñado Alqueria en foroHispano
El término Cataluña ya aparece en el Liber Maiolichinus (principios del siglo XII), documento pisano sobre la primera conquista de Mallorca. Si un autor pisano utiliza los términos "Catalania" y "Dux Catalanesis", es que estas palabras ya eran de uso común para referirse a los súbditos del conde de Barcelona. El documento de Pedro II sólo oficializa el término.
ResponderEliminarEn cuanto al término "nación", es triste ver la desinformación que hay al respecto. El concepto "nación" tal como se usa hoy aparece con la Revolución Francesa y adquiere carta de naturaleza durante el siglo XIX. Antes de esas fechas no hay nación catalana, pero tampoco hay nación española, ni ninguna otra.
Por último, habría que discernir la diferencia entre España (entidad política) e Hispania (entidad geográfica, equivalente a la península Ibérica según el uso romano) y evitar las habituales confusiones que, con clara intencionalidad política, se dieron y se siguen dando entre "españolidad" e "hispanidad".
Hola Jaume,
ResponderEliminarsobre el nombre de Cataluña estoy totalmente de acuerdo contigo, pero fallas en tu conclusión.
El Arcediano de Pisa, de nombre Euricus, escribió, en fecha imprecisa, un libro titulado "Liber Majolichinus de Gestis Pisanorum ilusribus" en el que se narra las gestas de la expedición a Mallorca de los años 1114 y 1115; se refiere a las hazañas del jefe de la expedición, Ramón Berengues III, al que cita con diversos títulos: "Catelánicus heros", "Dux Catelanensis"...y menciona igualmente la palabra "Catalania" o "Cathelania".
El problema es que no nos llamaban así en Italia porque ese fuera nuestro nombre, sino que nos bautizaron en Italia como consecuencia de una adulteración de la palabra Lacetania.
Conclusión:
De todos modos no hay nada definitivo sobre el asunto. Aunque parece probable que nos bautizaran en Italia. El "acta" de dicho bautizo consta en un manuscrito que narra hechos de 1114 y 1115 pero, es de suponer que fue escrito unos años más tarde. Y hay que tener en cuenta que la propagación y la penetración aquí del nombre que se nos atribuía en dicho manuscrito fue forzosamente lenta y tardía. Se puede afirmar que en tiempos de Ramón Berenguer IV era aquí desconocido el nombre de Cataluña.
También hay otra teoría bastante aceptada de que Cataluña significa "tierra de castillos". El mismo significado que Castilla.
En la página de la Generalitat se puede leer:
El nombre de Cataluña -de etimología incierta, aunque probablemente derivado de "tierra de castillos"- se empieza a utilizar a mediados del siglo XII para designar el conjunto de condados que formaban la Marca Hispánica y que, una vez liberados de la dominación musulmana en el siglo IX, se fueron desvinculando gradualmente de la tutela franca y resultaron soberanos.
http://www.gencat.cat/catalunya/cas/historia/historia2.htm
En la wikipedia se puede leer:
Otra propuesta sugiere que por las necesidades defensivas de la Marca se levantaron muchas fortificaciones. Sus guardas eran los castellanos que en el bajo latín medieval tomaría el nombre de castlanus de cuya voz surgen las formas catalanas castlà, catlà y carlà.[6] De éstas formas, los extranjeros que pasaban por sus tierras habrían comenzado a nombrar así a los habitantes y su territorio (català > Catalonia, Catalaunia), por lo que Cataluña significaría «tierra de castillos».
http://es.wikipedia.org/wiki/Catalu%C3%B1a
Aunque en mi opinión esas dos fuentes no son nada fiables es cierto que en el libro de Marcelo Capdeferro "Otra historia de Cataluña" menciona esta teoría como una de las posibles.
Y en su libro de Historia de España Ricardo de la Cierva la da por buena.
Por otro lado es cierto que el término “nación” como hoy lo conocemos nace con la Revolución Francesa, pero esa palabra existía antes, y España era una nación antes de la Revolución Francesa.
Y bueno, para terminar sobre el significado de Hispania.
ResponderEliminarEspaña nace como un término geográfico, que representa toda la península. Pero con los romanos, aparte de su significado geográfico, también tiene un significado político. España es una provincia del Imperio, con unas leyes propias.
Roma crea en España una unidad jurídico-política, con leyes propias.
Roma que en un principio respetó las normas ibéricas e indígenas después fue la creadora de unos cuerpos legales y un sistema de aplicación origen de los actuales.
LEYES COLONIALES Y MUNICIPALES DE LA HISPANIA ROMANA:
http://www.casadellibro.com/libro-leyes-coloniales-y-municipales-de-la-hispania-romana/750188/2900000758514
Más tarde, España pasa a ser un Estado independiente, un Reino, el reino visigodo español.
Con la invasión sarracena lo que se pretende recuperar, “la España perdida”, es ese reino visigodo, por eso los reyes hispanos son nobles visigodos, que basan su legitimidad en esa ascendencia.
Ya no se tiene a España como un territorio, como un concepto geográfico, sino que España es un reino independiente invadido, y eso es lo que se quiere recuperar.
En las etimologías de San Isidoro de Sevilla, el más importante representante de la cultura en la época visigoda, escritas en plena madurez, entre el 627 y el 630, podemos encontrar su "De Laude Spaniae", donde podremos comprobar su ferviente sentimiento nacional por España:
"De todas las tierras, cuantas hay desde Occidente hasta la India, tú eres la más hermosa, ¡oh sacra España, madre siempre feliz de príncipes y de pueblos! Bien se te puede llamar reina de todas las provincias....; tu honor y ornamento del mundo, la más ilustre porción de la tierra, en quien la gloriosa fecundidad de la raza goda se recrea y florece. Natura se mostró pródiga en enriquecerte; tú, exuberante en frutas, henchida de vides, alegre en mieses..., tú abundas de todo, asentada deliciosamente en los climas del mundo, ni tostada por los ardores del sol, ni arrecida por glacial inclemencia....Tú vences al Alfeo en caballos, y al Clitumno en ganados; no envidias los sotos y los pastos de Etruria, ni los bosques de Arcadia...
Rica también en hijos, produces los príncipes imperantes, a la vez que la púrpura y las piedras preciosas para adornarlos. Con razón te codició Roma, cabeza de las gentes, y aunque te desposó la vencedora fortaleza Romulea, después el florentísimo pueblo godo, tras victoriosas peregrinaciones por otras partes del orbe, a ti amó, a ti raptó, y te goza ahora con segura felicidad, entre la pompa regia y el fausto del Imperio".
San Isidoro escribió esto muchos siglos antes de que existiera Castilla, Aragón, Cataluña, Valencia, Portugal.....
Por supuesto no hace falta decir que en aquella época España era toda la península.
Los diferentes reinos medievales españoles, fueron los instrumentos usados para recuperar la integridad y la unidad de España, fin que buscaban todos, tal como muestran todas las fuentes primarias y la documentación histórica.
Si quieres más información:
http://1492.foroespana.com/foro-general-f1/para-los-que-han-olvidado-cual-es-su-nacion-t1460.htm
El problema es creer que España nace como unidad política con los Reyes Católicos, cuando, como hemos visto, es muy anterior.
Hola Javi,
ResponderEliminarBueno, desconozco esa teoría sobre los pisanos (no "italianos", Italia no existe hasta finales del siglo XIX) y su confusión de nombres, pero como lingüista me parece harto improbable pasar de "Lacetania" a "Catalania", no cumple ninguna regla de evolución fonética de las lenguas romances.
Más probable es que, efectivamente, a los condes y sus súbditos (en el poema no se menciona sólo al conde de Barcelona, sino también al de Ampurias) se les conociera comúnmente como "catalanicus" u otras variantes, y que no fuese una ocurrencia pisana sino un apelativo étnico (no político) frecuente para referirse a los condados orientales de la antigua Marca Hispánica.
Efectivamente la etimología más probable es de origen catalán y haría referencia a los "castlans", o señores de los castillos esparcidos por la Marca, tierra de frontera al fin y al cabo y, por tanto, fuertemente fortificada. El nombre genérico de los señores de la guerra de la Marca derivó en apelativo para toda la población que estaba bajo su protección y dominio. Esta etimología está avalada no sólo en las fuentes que citas, sino también en autores extranjeros como Bisson. Que coincida con la etimología de Castilla se debe simplemente a que ambos territorios eran fuertemente fronterizos. De hecho, también Castilla comenzó como condado, que consiguió independizarse del reino madre de León.
Sobre el debate Hispania-España, hay que aclarar que no hubo nunca una única provincia romana de nombre "Hispania", sino que siempre hubo varias divisiones territoriales: las Hispanias Citerior y Ulterior primero, y luego las provincias más estructuradas de Tarraconense, Bética, etc.
ResponderEliminarEn cuanto al texto de San Isidoro que citas, obviamente no se refería a "España" como dices en tu texto. Isidoro escribía en latín, y por tanto escribió "Hispania". Eso de traducirlo como "España" es más que discutible.
También es una falacia decir que el reino visigodo de Toledo era "España": durante la mayor parte del dominio visigodo no hubo unidad territorial hispánica. Los suevos se mantuvieron independientes en el nordeste hasta finales del siglo VI, y los bizantinos resistieron en Levante hasta 625. El reino de la famosa "unidad de España" visigoda (que no era tal, pues también incluía, no sólo la actual Portugal, sino la Septimania francesa) apenas duró 84 años.
Hola Jaume, vayamos por partes que hay muchos temas abiertos y voy a intentar cerrar algunos, con tu permiso, claro.
ResponderEliminarPrimero decirte que no se puede tener una opinión y buscar argumentos en la historia que justifiquen esa opinión, sino al contrario, primero hay que conocer la historia y a partir de ella crearnos una opinión.
Sobre el nombre de Cataluña, las dos teorías que he puesto son las más plausibles que se manejan. Y la palabra “Lacetani” no paso a “Catelani” por una evolución lingüística sino que fue un error del autor. A principios del siglo XII el Condado de Barcelona era bastante conocido. Dicho condado no incluía toda la Marca Hispánica; su núcleo central lo formaba el territorio ocupado anteriormente por los lacetanis. Un italiano culto recordó aquella denominación y así como se habían ya resucitado nombres antiguos tales como Aquitania, Bélgica, Luciana, se le ocurrió resucitar el de “Lacetani”, pero en el escrito apareció la metátesis “Catelani”. Compara Coromines (Joan Coromines: El que s´ha de saber de la llengua catalana. 1954) esta metátesis con el antecedente de Ptolomeo que al hablar de los lacetanos escribe “Katelanoi” en unos manuscritos y “Kastellanoi” en otros.
Lo que no se puede afirmar es que en la época de Ramón Berenguer IV se conocían aquí las palabras “Cataluña” o “catalán”, no hay ninguna prueba.
En tiempos de Pedro II se usa la palabra Cataluña de forma clara. En un documento relacionado con la proclamación de la Paz de Dios se puede leer: “Haec est pax quam dominus Petrus…constituit per totam Cataloniam, videlicet a Salsis usque ad Ilerdam”.
En tiempos de Jaime I es ya frecuente el nombre de Cataluña; en el "Llibre de feyts del rey en Jacme" o Crónica de Jaime I la palabra Cataluña aparece con frecuencia.
Así Ferran Soldevilla (Història de Catalunya, Barcelona 1962. Cap. VIII) se refiere a las constituciones de “Paz y Tregua” de 1173 en que Alfonso II manda instituir la paz y la tregua “en dicha tierra mía, de Salses hasta Tortosa y Lérida con sus términos” Y añade: “es decir, dentro de los límites de lo que más tarde será comprendido con el nombre de Cataluña”. Reconoce pues, que en 1173 no existía Cataluña.
Sobre la Hispania romana, es evidente que Hispania era una provincia de Roma, ¿Qué estaba dividida en diferentes provincias? Sí, pero todos sus habitantes, independientemente de la provincia a la que pertenecieran eran hispanos. Y aquella Hispania tenia leyes propias.
ResponderEliminarHispania, con los romanos, pasa a ser un concepto geográfico para ser una unidad jurídico-política.
Y llegamos al reino visigodo español. Los godos llegan a la península como aliados de Roma, tras su derrota ante los francos se establecen en Hispania para fundar su reino. ¿Pero fundan acaso Gothia? No, los godos asimilan la cultura, costumbres y religión de los hispanos y, bajo las ruinas de la Hispania romana, fundan la Hispania Goda.
Hispania era el nombre de su reino, un reino independiente.
Por cierto, el título del escrito de San Isidoro de Sevilla es, oh! sorpresa, “Laud SPANIAE”.
En este reino suceden cosas muy interesantes:
Unidad cultural: los visigodos encontraron en Hispania una cultura superior a la que llevaban consigo. Abrumados ante una cultura urbana que, a pesar del desplome del Imperio, seguía siendo pujante, y ante la existencia de un sistema educativo basado en las escuelas municipales, los bárbaros recién llegados del norte acabaron por absorber la cultura hispanorromana, incluida la lengua latina.
Unidad religiosa: Paso a paso los visigodos fueron derribando las barreras que ellos mismos habían levantado frente a la población hispanorromana, y justo ochenta años después de la invasión incluso reconocieron la superioridad del cristianismo de los hispanorromanos sobre el arriano que ellos profesaban, recibiendo el rey visigodo Recaredo el bautismo.
Concepto de la unidad territorial de Hispania: que hace que los visigodos luchen por echar de su reino, Hispania, a los demás pueblos asentados en ella.
Unidad jurídico-política: Recesvinto vio nacer en 654 el “Liber Iudiciorum”. El código comprendía doce volúmenes que trataban de forma sistemática los aspectos legislativos del reino. Por fin hispano-romanos y godos veían culminar el proceso de unificación poblacional, incluso se llegó a suprimir la odiada ley de los matrimonios mixtos para dejar en igualdad ante los tribunales a gentes de las dos procedencias.
¿Qué es para ti un reino independiente con una cultura, religión y lengua común y con unas leyes propias? Sí, eso es una nación.
Esta nación política pudo haberse venido abajo con la invasión musulmana, y España quedar integrada culturalmente en el islam, como una prolongación del norte de África. Pero, como sabemos, no fue así. Entre los cristianos –mozárabes– bajo dominación islámica pervivió la añoranza de la "España perdida", incluso su legislación particular, y tan pronto los cristianos pudieron organizar una resistencia seria en el norte reivindicaron la herencia goda.