Uno de los elementos característicos de la lengua catalana es separar los apellidos con una “i”.
Lo que muchos no saben es que esta tradición es una tradición castellana.
Todo comenzó a partir del siglo XVI cuando las familias nobles catalanas comenzaron a imitar esta costumbre practicada desde hacia tiempo por la nobleza castellana.
En la web de La societat catalana de Geneologia podemos leer:
“Eminentes expertos de la onomástica, como Enric Moreu-Rey, han defendido que la inclusión de la conjunción copulativa entre el apellido paterno y el materno, lejos de ser un signo característico de la lengua catalana, es una influencia del castellano (…). Antes del siglo XIX parece que la tendencia más universal dentro del ámbito catalán era usar un solo linaje. En los casos en que aparecen dos apellidos, sobre todo en las clases sociales más elevadas o en mujeres, al menos desde el siglo XVI o XVII, la tendencia dominante es de unirlos mediante la conjunción y (substituida por i solamente desde principios del s. XX con la reforma ortográfica de Pompeu Fabra)”.
Cosa muy habitual el apellidos mejicanos, cubanos y, ya no tan usual, en el cono sur de latinoamérica...
ResponderEliminarHernández i Soler sería la forma como se escribirían los apelidos de algunos antepasados de mi familia (pues, en el siglo XIX, en español, existió el uso doble de Y e I cmo conjunción).
En Méjico vemos apellidos como Cornejo Y Rosado, De la Vega e Iturrieta, Gónzalez y Toro.. La marca de vinos chilena Concha y Toro (de la familia homónima)...
Simplemente son muchas cosas que unen a Cataluña con el resto de la hispanidad (tan odiada por los grupos nacionalistas)