domingo, 1 de mayo de 2011

Los catalanes, los primeros españoles que se llamaron así


Los primeros españoles que se llamaron así

Hace ya un siglo que los sabios empezaron a advertir que la palabra "español" es ajena al genio del idioma castellano. En 1904 don Ramón Menéndez Pidal escribía que «esa terminación «-ol» no se usa en nuestra lengua para significar naciones». Es, añade, el resultado de una «disimilación» para evitar la acumulación de las dos consonantes nasales de un antiguo «españón», que es voz construida con el mismo sufijo que bretón, sajón, frisón, lapón, borgoñón, etc. Tenía razón el maestro. Lo castizo en nuestra lengua era «españón».
Así se lee, hacia 1240, en el poema de Fernán González. «Desque los españones a Jesucristo conocieron, / desque en la su ley bautismo recibieron, / nunca en otra ley tornar quisieron, / mas por guarda de aquesta muchos males sufrieron». Unas estrofas más adelante el poeta llama a San Eugenio, el obispo godo de Toledo, «de españones pastor».

Por contra, Gonzalo de Berceo, el poeta riojano también del XIII, al contar maravillas de dos santos abades muy milagreros -Domingo de Silos y Millán de la Cogolla-, dice del primero que era un «confesor honrado» en buena hora nacido «para españoles». Y de San Millán, que era el «padrón de españoles», o sea su patrono, detrás de Santiago. En la Crónica General del Rey Sabio, del mismo siglo, se menciona a los «españoles». (Hace unos años el maestro Lapesa reunió estos y otros textos semejantes).

La idea de que las terminaciones -ol, -oles habrían venido a resolver una posible cacofonía, provenía de una escuela lingüística mecanicista que estuvo en boga a fines del XIX, y con la que el propio don Ramón en sus estudios más personales y permanentes casi nunca coincidió. Por otra parte, bastaría repasar mentalmente el léxico común castellano para encontrarlo salpicado de «pares y nones», cañones, garañones, riñones, borgoñones, etc.

Estudios más recientes apuntan a que «español» es un préstamo del provenzal, la lengua vernácula del sudeste de Francia, cuya obra literaria más conocida es la Mireya de Mistral, el Nobel de 1905. Algo de eso hay. Es voz que viene de fuera, pero a mi entender de otra manera. En documentos del siglo XI se encuentra la voz «español» para designar a personas, comunidades o pueblos en un momento histórico en que las lenguas derivadas del latín -como serían poco después el provenzal, el catalán o el castellano- no estaban todavía definitivamente formadas.

El que fue ilustre historiador y político catalán, «catalanista» de Uniò, Miquel Coll i Alentorn, encontraba la palabra «español» en documentos de la marca carolingia de 1095. En ese momento las gentes corrientes de allí empleaban ya sin duda unos dialectos que no tardarían en dar lugar a las lenguas de cultura, romances o románicas, de regiones en las que durante un milenio se había hablado latín, y el catalán era uno de ellos.

La invasión árabe y bereber de la península, que comenzó en el Guadalete, llegó a cubrir en pocos años la mayor parte de la península. Pero la presión militar y social de los guerreros islámicos fue mucho mayor en el sur, centro y oeste que en las comarcas subpirenaicas orientales. El reino godo se desplomó y las ciudades y poblaciones menores abrieron sus puertas a los musulmanes. Sin embargo, en el nordeste el empuje sarraceno fue menor y más tardío. Las posibilidades de desplazamiento de poblaciones y gente a la Galia narbonense, que durante varios siglos fue provincia visigoda, estuvieron al alcance de «hispanos» que acudieron a refugiarse en lo que hoy es el sur de Francia. Había caminos para aquella época andaderos y para comerciantes, funcionarios y otros viajeros no sólo conocidos, sino habituales. La tarraconense y la narbonense de los godos habían pertenecido al mismo reino.

Numerosos cristianos de la región emigraron al norte. Allí se les conocía como los «hispani» o «hispanos». Los sucesores de Carlomagno, en general, los acogieron favorablemente. Hubo disposiciones de los reyes francos que facilitaban su asentamiento. Esas leyes se llamaban en latín «preceptos». Algunos de esos "preceptos de Hispanis" se pueden leer todavía en cartularios y colecciones diplomáticas. Los hispanos eran una población diferenciada de la aquitana y de la que luego sería la provenzal. En aquellas tierras se identificaba claramente a estos forasteros llegados del sur.

El progreso de la reconquista peninsular, lento al principio en esta zona de la península, dio lugar a una repoblación de los espacios que iban siendo cobrados por los primeros condes catalanes. Al irse disolviendo la marca carolingia, vinieron de la Galia con pretensiones señoriales, personajes que se consideraban godos o hijos de godos, y otros francos, latinizados pero de origen germánico. Fueron famosos ya en Hispania, el godo conde Bera y el franco Vifredo. Pero el común de los repobladores pertenecían, sin duda, a esas comunidades de ascendencia «hispana» cuyos mayores se habían trasladado cien años antes a las Galias. Los franco-galos les daban a ellos y a sus hijos el nombre de «hispanos, hispani» y con una palabra de más sílabas, conforme al uso del latín de la época, «hispaniolos, hispanioli». (También a los francos («franci») se les llamaba «françois» o «françoises»). Ese «hispanioli» es la voz latina sobre la que se forma primero en catalán y luego en castellano el actual «español».

No es preciso suponer que esa palabra en su camino del latín al romance haya tenido que pasar por el trámite del provenzal. El catalán viene del latín, no del provenzal, aunque se parezca a éste. La palabra «español» nace directamente en el catalán -o «protocatalán»- que en esos tiempos estaba tomando cuerpo y forma. No es un «provenzalismo», sino un catalanismo.

Fueron los retornados que poblaron los condados catalanes y enriquecieron su demografía, los que, junto con sus personas, oficios, hábitos y familias, trajeron consigo el apellido de «hispanioli», sobre el que la lengua catalana acuña la voz «español» y, a través del castellano, se la regala al mundo. Los primeros «españoles» que se llamaron así fueron los abuelos de los catalanes de ahora.

Antonio Fontán, ex presidente del Senado

ABC, 8/VII/2003

Fuente:
http://www.abc.es/hemeroteca/historico-08-07-2003/abc/Opinion/los-primeros-espa%C3%B1oles-que-se-llamaron-asi_193265.html

Antonio Fontán fue el primer presidente del Senado de la democracia en España. Impulsor de la libertad de expresión en España, durante la dictadura de Franco fue el editor del principal diario opositor, «Madrid», hasta que éste fue clausurado por las fuerzas franquistas, y en la actualidad presidía la Fundación Diario Madrid.

Fue miembro del Consejo Privado del Conde de Barcelona, hasta su disolución en julio de 1969 y senador por Sevilla en las Cortes Constituyentes, lo que le dio un papel muy activo en la redacción de la Constitución Española y ser uno de los firmantes de la Carta Magna.

Fue catedrático en la Universidad de Granada, la Complutense y la de Navarra, además de fue el primer director del Instituto de Periodismo de la Universidad de Navarra, donde es recordado como el primer decano de la actual Facultad de Comunicación. Igualmente fue catedrático emérito en multitud de centros universitarios.

En su largo historial de cargos, destaca que era miembro honorífico del Comité del «International Press Institute» con sede en Zúrich (Suiza) y presidente del Comité en España de esa entidad, que posteriormente lo ha reconocido como uno de sus «héroes de la libertad de prensa»

Ha sido también presidente del Consejo Deontológico de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE). Fue investido doctor «honoris causa» por las Universidades de Alcalá y Rey Juan Carlos en febrero de 2009.

En julio de 2008, fue nombrado marqués de Guadalcanal por Su Majestad el Rey en reconocimiento a su labor en favor de la libertad y de la convivencia cívica entre españoles, junto a su «destacada trayectoria en la Universidad, el periodismo y la política».

Fuente:
http://www.abc.es/20100114/nacional-politica/fontan-senado-201001141027.html

Juli Capella



Nacido en Barcelona en 1960, es una de las mentes más lúcidas e inquietas del diseño español. Dice que de pequeño quería ser misionero y luego inventor, aunque lo que de verdad le hubiese gustado ser es rock and roll star. Después de tantos sueños, ha terminado siendo arquitecto, diseñador y comisario de exposiciones. Tiene una mención honorífica en los premios Nacionales de Diseño junto con Quim Larrea, ha sido presidente de FAD (Fomento de les Artes Decorativas) y promotor del Año del Diseño 2003.

En Made in Spain. 101 Iconos del diseño español, un libro que recopila 101 iconos típicamente españoles, ha recuperado su pasión por los inventos y por la marca del país.

“Los españoles batimos récords de invenciones, eso sí, no patentadas”

Entrevista completa:
http://www.circulo.es/Noticias/208893ID.aspx

En una entrevista concedida recientemente a La Gaceta Juli Capella ha afirmado:

“Con ‘Made in Spain’ quiero ensalzar el orgullo por lo nuestro”.

“El botijo, el porrón y la bota expresan la españolidad”.

“El nivel del diseño en España es de los más altos”.

Entrevista completa:
http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/cultura/%E2%80%9C-%E2%80%98made-spain%E2%80%99-quiero-ensalzar-orgullo-lo-nuestro%E2%80%9D-20110319

Xavi Hernández


Xavi Hernández, futbolista del F.C. Barcelona y de la selección española, en una entrevista publicada en El País:


¿Usted es muy de La Roja?

Mucho, muy de La Roja. Me gusta mucho ir a la selección. Es un plus para mí. Una vez Luis Aragonés me dijo. “Esto, sentimientos e ideología al margen, es fútbol. ¿A usted no le gusta jugar al fútbol?”. Y tiene razón. ¿A quién no le gusta jugar al fútbol? No sé, yo me he criado en el Barcelona, esa es mi casa, pero la selección me ha dado mucho, me ha hecho mejor todavía. Yo me veo como era el primer día que fui a la selección, me veo ahora ¡y no me lo creo!

[...] ¿Le ha generado algún problema ser catalán?

Nunca, dentro de la federación nunca. Nunca he tenido problemas por eso. Yo soy de las personas, y hay muy buena gente. He calado, me han calado a mí, y siempre me he sentido a gusto y respetado. Más allá no entiendo de otra cosa. Me he sentido valorado en la selección. Y de aquí para allá igual, el Barcelona siempre ha ayudado a que yo pueda ir a la selección, siempre.

[...] Se dudó de su compromiso. ¿Eso no fue por ser catalán?

Hombre, sí, se dijeron muchas tonterías de mí, pero no en la federación. Me acusaron de taparme la bandera en las medias y eran las rayas de Adidas. No quise entrar nunca en eso porque es ridículo. ¿Qué compromiso quieren que demuestre si he jugado 99 veces con la selección? ¿Qué más quieren? Yo hago las cosas porque las siento y doy todo lo que tengo. Juego en este equipo desde los 16 años. He jugado con golpes, esguinces… pero no se lo cuento al periodista: “Oye mira, que voy a forzar”.

Entrevista completa: http://www.elpais.com/articulo/deportes/Soy/Roja/elpepidep/20110321elpepidep_12/Tes

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http://elprincipatdecatalunya.blogspot.com/2010/02/xavi-hernandez.html