martes, 1 de marzo de 2011

La Sardana


“La sardana, folclore catalán de raíces helénicas”



Otro mito, y de los grandes.

Recuerdo de pequeño los bailes de sardanas en Plaza Cataluña, de Barcelona, organizadas por El Corte Inglés, donde íbamos todos a aprender y en defender –orgullosos- nuestras antiguas tradiciones. La sardana, el baile “nacional” de Cataluña, danza de raíces helénicas y vinculada al antiguo folclore catalán.

Pues eso es un mito. La sardana ni tiene orígenes griegos (sino que fue inventada por el catalanismo de derechas a finales del s.XIX), ni puede ser considerado folclore, ni es ninguna tradición catalana.

Los jóvenes musicólogos catalanes insisten al desmitificar la sardana y a su creador, José (Pep) Ventura, rompiendo definitivamente con aquel discurso tradicional, tergiversado y mitificado.

Así, por ejemplo, la joven Anna Costal (Figueres, 1981), musicóloga y tenora de la cobla Vila de Olesa, trabaja en una tesis doctoral que intenta sacar la follaje del mito y reencontrar, por ejemplo, las sardanas “proscritas” de Pep Ventura.

El trasfondo del mito:

“Durante años hemos conocido al Pep Ventura que la literatura catalanista esconde detrás de una imagen conscientemente tergiversada. Las finalidades políticas –que al caer el siglo XX buscan la creación e institucionalización de nuevos mitos y nuevas tradiciones para una Cataluña moderna y soberana- justifican la invención de una sardana “tradicional”.
(Costal)

Así se crea un mito:

“El catalanismo convierte la sardana en el baile “nacional” de Cataluña y al músico Pep Ventura en un mito, reinventando su biografía y proscribiendo algunas sardanas inspiradas en zarzuelas y óperas de moda, proscritas sólo porque no encajaban en el discurso más purista del catalanismo”.
(Josep Playà Maset).

Así, la idealización de Pep Ventura se inicia con la “Historia del Ampurdán” (1883), de Pella y Forgas, y continúa con Verdaguer y su poema “El Empordà” (1884) –como una rueda de rosas y claveles girando bajo el sol-, y también en los elogios de Joan Maragall a la sardana.

A partir de entonces, las biografías sobre el músico siempre se han basado en la “imagen romántica de un campesino autodidacta, de infancia paupérrima que, por intercesión de la musa popular, se dedicó a recoger canciones tradicionales catalanas y a insertarlas –salvándolas así del olvido- a la sardana, una danza prehistórica que llegó al Ampurdán a través de griegos y fenicios”.

Igualmente, se tergiversa la música de Pep Ventura rompiendo cualquier vínculo con las músicas contemporáneas y vinculándola al antiguo folclore catalán. Pous i Pagès escribe:

“Desde el principio, el músico ampurdanés pagó también tributo a la chabacanería de la época, poniendo en ritmo de sardana los motivos de los operistas italianos más a la moda, pero ¿cómo podía liberarse, pobre músico aislado en un rincón del mundo, de rendir homenaje a lo que era tenido por indiscutiblemente superior, en opinión de las personas letradas?”.

Vemos, por lo tanto, como historiadores, poetas, literatos, hombres de cultura, se ponen al servicio del poder político nacionalista de la época, para crear e inventar señales identitarias para una Cataluña que se quiere modelar a su ideología preestablecida.

Así se deshace un mito, proceso de desmitificación:

La exposición “Pep Ventura antes del mito: cuando la sardana era un baile de moda” (2009), de Anna Costal, rompe con este discurso tradicional. Recupera la música de Ventura sin áureas míticas ni legendarias: partituras musicales como la “Sardana de la Sonàbula” que recoge fragmentos de una ópera de Bellini estrenada en Figueres el año 1866, y también de otras inspiradas en zarzuelas, como por ejemplo “La cançó del 6 d´octubre”.

Se presenta a Pep Ventura en el contexto de su época y, a ras de su biografía, superando la idealización a la que había sido sometido.

No-Folclore fosilizado:

Stanley Brandes considera que la sardana no puede entrar en la clasificación de folclore, ya qué los bailes folclóricos “se aprenden y se transmiten de modo informal, no a través de clases organizadas, no gratuitas, patrocinadas, como sucede con la sardana. Así mismo, las danzas folclóricas experimentan una evolución indudable, a pesar de ser imperceptible... En cambio, la sardana ha quedado fosilizada desde hace un siglo en diversas variantes de una secuencia invariable, idealmente perfecta de movimientos. Ciertamente, este tipos de estandarización no es característico de ningún tipos de folclore, ni tan solo del baile”.

La sardana como “tradición inventada”:

Brandes cataloga la sardana como “tradición inventada”, concepto definido por Hobsbawm y Ranger (1986) como “conjunto de prácticas, normalmente regidas por una regla abierta o tácitamente aceptada y de tipos ritual o simbólico... que implica automáticamente la continuidad con el pasado”.

Pues bien, Brandes considera que, efectivamente, la sardana durante un siglo se elevó a un rango simbólico particular, representando una herencia comuna con “un pasado mítico mal definido”.

Y es que para Brandes tampoco se puede dar a la sardana origen helénico:

“Estos intentos de reconstrucción histórica son fútiles. El baile en corro es tan difundido, y la forma circular tan universal, que sería sorprendente que no se hubiesen inventado bailes en corro independientemente de muchos lugares y épocas. Actualmente, no disponemos de pruebas documentales ininterrumpidas que permitan remontar la sardana con la Grecia antigua. Por lo tanto, estas especulaciones tendrían que cesar”.

Conclusiones:

La sardana es un invento de mediados de siglo XIX. El nacionalismo de derechas del s.XIX busca la creación e institucionalización de nuevos mitos y nuevas tradiciones para una Cataluña moderna y soberana.

Se justifica así la invención de una sardana “tradicional”: un baile y una música de moda en aquel momento, con vínculos con la zarzuela y la opereta italiana, se somete a un proceso de mitificación por razones políticas e ideológicas, todo inventándose raíces antiguas y tradicionales. Deviene, así, en danza “nacional” de Cataluña.

Paralelamente, se fue construyendo y forjando el mito de Pep Ventura: idealización histórica, literaria y musical, tergiversándose conscientemente su imagen, hasta llegar a proscribir buena parte de su obra musical por “poco catalanista”.

Este proceso es el que algunos autores llaman “tradición inventada”: la necesidad de tradiciones que tiene la sociedad es lo que provoca su invención en las épocas de rápidas mutaciones socio-económicas o políticas, como fue la Revolución Industrial y la “Renaixença” a finales del s.XIX. Y es en este contexto –sin mitos ni leyendas- donde hemos de encontrar el origen y el sentido de la sardana.

¡Otro mito!

Podéis consultar aquí:

http://www.redacciodigital.com/redactors/redaccio01/08_09/sardana/html/el_mite.html
http://www.museuemporda.org/pdf/2009-07/pepventura.pdf
http://ferransala.com/?p=5132
http://www.arrakis.es/~enricang/literaria/ball/sardana.htm
http://www.funjdiaz.net/folklore/07ficha.cfm?id=513

Paradójicamente la sardana tiene tanta antigüedad en Cataluña como las sevillanas.

"A la hora de estudiar la sardana y su historia, es preciso tener en cuenta que lleva el mismo tiempo en Cataluña que las sevillanas. Puede extrañar de buenas a primeras, porque la sevillana siempre se ha acabado asociando al folclore andaluz. Pero el caso es que al igual que el flamenco, son músicas y bailes con larga trayectoria en el Principado" .
(redacciodigital.com)


Autor: Blog "Mites i mentides del nacionalisme català".

A l'enllaç podeu llegir l'article en català:

http://mitesimentides.wordpress.com/2010/05/19/la-sardana-folkclore-catala-d%e2%80%99arrels-hel%e2%80%a2leniques/

9 comentarios:

Anónimo dijo...

No tengo más remedio que estar de acuerdo con el artículo (soy el autor, jejeje).

Gracias por difundirlo, y me alegro de que sea de tu agrado!!!

Un abrazo!

Mites

Javi Hispánico dijo...

Tenía un artículo hecho sobre las Sardanas pero el tuyo es muchísimo más completo. Muy buen trabajo, como siempre!

Un saludo amigo!

Anónimo dijo...

el problema no es el artículo en sí, sino el tufo que desprende, el mismo que desprende el blog. Bajo una apariencia de estudio histórico (que no se cree nadie) se trata de una típica soflama españolista.

Javi Hispánico dijo...

Me alegra que los que no se creen nada de lo que escribo en el blog sean incapaces de rebatir los datos históricos con argumentos sólidos, y que tengan que argumentar su discrepancia con el "tufo" que desprende mi blog.

Gracias Anónimo, me has alegrado el día.

TONI de CIUDADANOS dijo...

El baile tradicional de Cataluña, debería ser La Jota Catalana. Hay un montón de comarcas catalanas, que tienen su folclore propio, con danzas y canciones que son Jotas. Como se puede comprobar fácilmente, nunca en TV3 ni en ningún medio pronacionalista, que son casi todos, se ha visto bailar ni cantar una Jota Catalana. Es que este baile no encaja en el discurso nacionalista. ¿Como van a poner una Jota , como danza nacional de Cataluña?

Javi Hispánico dijo...

Sí Toni, y esos mismos que ocultan parte de la cultura catalana son los que presumen de protejerla...

Anónimo dijo...

Hola, Javi Hispánico, permiteme porfavor que te haga dos preguntas, la Jota Catalana y la Sardana las conocía, pero hace poco me enteré que existió otro baile catalán que se llamaba "El Espanyolet", o algo así... ¿es cierto?, y si existió, ¿podrías abrir un tema sobre ese baile, como era, como desapareció, si aún se baila, etc. para que yo y el resto de blogueros podamos conocerlo?, te lo agradecería mucho de verdad, ardo en deseos de saber, jeje
Muchas gracias Don Javi, saludos y salud.

Javi Hispánico dijo...

Sí que existió tal baile, el Ball de l'Espanyolet. Pero no tengo información sobre él. Si buscas un poco por internet puedes encontrar algún vídeo y alguna referencia, pero poco más.
A ver si cuando pase por la biblioteca me acuerdo y busco información.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Gracias Javi, ahora lo buscaré por internet, pero me gustaría que estuviese en este gran Blog, gracias de verdad, saludos y salud.