viernes, 2 de marzo de 2012

Las raíces hispanas de Cataluña




No podemos hablar de Cataluña hasta finales del siglo XII, cuando aparece documentalmente  como nombre territorial. Entonces, ¿cómo se denominó durante siglos este territorio que coincide con lo que ahora llamamos Cataluña?

El primer registro es romano, del 206 a.C., y la denomina Hispania Citerior. En el año 19 d.C., una redistribución administrativa le otorgó el nombre de Hispania tarraconense, con capital en la ciudad de Tarraco. Tras la caída del imperio romano, se constituye una unidad política en toda la península. La conversión de Recadero al catolicismo y la celebración, en el año 589, del III Concilio de Toledo, configuran la unidad de todos los obispados de la península. La unidad de Hispania se había alcanzado en torno a la monarquía visigoda y la religión católica, y en ella había participado sin ningún reparo obispos como el de Urgell, Simplicio.

La conquista musulmana, a partir del 711, desbarató esa incipiente unidad política y religiosa. Aun así, los conquistadores musulmanes tenían como referencia política a Hispania. Banú Qassi Múss ibn Mússa, por ejemplo, al ocupar los valles altos del Ebro, se autodenominó “Tercer Rey de España”.

Los inicios de la Reconquista reforzaron la idea de Hispania. Desde el Imperio Carolingio se estableció la Marca Hispánica, coincidente con lo que ahora se denomina la “Catalunya Vella” (Cataluña vieja), que durante años fue una frontera que se separaba de la “Cataluña Nova”, que aún permanecería dominada por los musulmanes varios siglos. La “Catalunya Vella”, la Marca Hispánica, fue fruto de la primera reconquista. Los francos recuperaron Gerona en el año 785. Para ello, contaron con los habitantes de esa zona, que habían huido al otro lado de los Pirineos ante la invasión musulmana. Todas las fuentes francas se refieren a estos hombres como “hispanos”. En el 801 se consigue la liberación de Barcelona y, nuevamente, los textos nos dicen que sus habitantes eran denominados “hispanos”.

Por aquel tiempo aparece un personaje muy querido por el nacionalismo catalán, el obispo de Urgell, Félix, que se enfrenta a los francos, pues no desea pertenecer al Imperio Carolingio. Los nacionalistas quieren ver en este personaje una especie de protonacionalista. Pero lo cierto es que el obispo Félix tenía como referente político la unión de toda la península, de Hispania. Sus relaciones con el adopcionismo hispano de Elipando, obispo hereje metropolitano de Toledo, le llevaron a defender una unidad hispano-goda frente al reino Franco. Todas las fuentes francas, además, nos hablan de Félix como de “natione hispanus”.

En la medida que se fueron consolidando las estructuras feudales, que darían lugar a los denominados condados catalanes, todas las referencias históricas que tenemos nos siguen hablando de Hispania. Así, en los Annales Regni Francorum del año 829 hablan de los “Comites marcae hispanicae”, en referencia a los Condes de la Marca. A lo largo del siglo IX, el sistema de condados se consolida frente a la monarquía carolingia, llegándose a establecer cinco casas condales: la de Barcelona, la del Pallars-Ribagorça, Urgell, Cerdanya-Besalú y Roselló-Ampúries. El Condado de Barcelona pronto asumiría la primacía sobre los otros condados en tiempos de Wifredo el Velloso. Aun así, las casas condales dependían de Francia y hasta el 1118, por ejemplo, no se restauraría la antigua diócesis de Tarragona que había quedado interrumpida con la invasión musulmana. Hasta entonces, eclesiásticamente hablando, los condados dependían de la diócesis de Narbona. El sentimiento que tenían los Condes de la Marca Hispánica era de ser continuadores de los “godos”. Hasta tal punto fue así que se generaron algunas leyendas, como la de que la ciudad de Ripoll (considerada la cuna de Cataluña) provenía de Recadero-polis, en honor al Rey Recadero que había conseguido la unidad política y religiosa de Hispania. Esta etimología fue defendida en el siglo XVII por el historiador Jeroni Pujades.

Las raíces hispanas de Cataluña son tan fuertes que querer olvidarse o renegar de ellas, como hace el independentismo, significa mutilar nuestra propia esencia.

Loquillo habla de la cultura en Cataluña





Loquillo, el 13 de abril de 2009 en un artículo en El Periódico:

Me pregunto por qué la cultura oficial sigue con su manía persecutoria, esto es, la de reescribir la historia a su antojo, dando a unos artistas la categoría de santones y a otros, en cambio, negándoles el pan y la sal como si su aportación al cambio de un país no hubiera sido importante.

Es sabido que la Administración catalana ignora lo que no se ajusta a su idea de cultura del país. No entraré en discusiones. Me interesa la música, y ellos sufren sordera cultural grave. Un servidor ha cantado con Los Sirex, Los Salvajes y Lone Star, versionado a Llach, participado en homenajes a Serrat y colaborado con Pi de la Serra y Maria del Mar Bonet. Unos y otros me merecen el mismo respeto. Al final, ¿van a tener razón aquellos que dicen que se discrimina a los artistas que utilizan el castellano en Catalunya?”


Artículo completo:




Loquillo, el 18 de diciembre de 2009 en una entrevista en Libertad Digital:

“Me fui [de Cataluña] hace tres años porque no quería seguir estando en medio de una polémica absurda sobre cómo cantas y en qué idioma lo haces, o cómo escribes y en qué idioma lo escribes. Después de lo que ocurrió con Eduardo Mendoza, con Marsé, que no fueron a la Feria de Frankfurt por escribir en castellano, y son señas de identidad de mi ciudad, o sea, La ciudad de los prodigios y Últimas tardes con Teresa, eso es algo muy serio, eso es Barcelona. Y es la Barcelona de la inmigración y la Barcelona del pelotazo, o sea, es lo que ha sido Barcelona siempre.

[...] Cuando vi que se despreciaba todo eso, dije: no quiero discutir más, o sea, para qué voy a estar aquí. [...] Es muy duro ver eso y ver cómo se excluye. ¿Por qué? Evidentemente, eso, a veces, se puede utilizar políticamente, y yo no quería que me utilizase nadie políticamente, prefiero decirlo francamente y decir: a mí esto no me parece bien. Y tengo bases para poder decirlo y escribirlo. Y me sabe muy mal porque es la historia de mi ciudad. Y no lo entiendo. Y, entonces, cuando veo que muchos periodistas, muchos escritores, muchos cineastas, muchos músicos se van, algo pasa.

[...] Yo no quiero hablar de esto a nivel político, a mí me parece que a nivel cultural esto es terrible y que va más alla de una riña política. No se puede despreciar una cultura. No se puede despreciar a gente como, ya te digo, Marsé, Mendoza y Vázquez Montalbán… es que estamos hablando de gente muy contundente, ¿no? ¿Esa gente no merece representar a Cataluña o a Barcelona cuando se hace…? No sé, es que me parece fuera de lugar. Entonces, ante esa situación y porque mi familia vivía en San Sebastián, dije: ¿Aquí me voy a ganar la vida? No, ¿verdad? Pues adiós muy buenas. Sin problemas”.


Entrevista completa (vídeo):




Loquillo arremete contra el “nacionalismo testarudo” de la Generalidad en la Transición durante la presentación de su libro Barcelona Ciudad, 21 de abril de 2010:

El cantante José María Sanz Loquillo ha denunciado este martes, durante la presentación de su libro Barcelona Ciudad, el olvido del fenómemo musical rocker que se vivió en Barcelona a finales de los años 70 y principios de los 80, y ha culpabilizado de ello al nacionalismo “testarudo” de la época.

“En los setenta, todos los estudios de grabación estaban aquí, pero en los ochenta ya no quedaba nada”, ha explicado Loquillo, que se ha mostrado sorprendido de que apenas se recuerde un fenómeno que fue tan potente a nivel cultural como la movida madrileña de los 80.



El rockero ha asegurado que su música no era especialmente bien vista desde el poder político. Según Loquillo, aquella era “una cultura que no interesaba al nacionalismo capgròs de la época. “Entonces lo oficial era la Cançó, y nosotros éramos una cosa extraña que no podía existir. ¿Tanto daño podía hacer a la cultura que quería imponer la Generalidad? ¿Tanto miedo dábamos?”, se ha preguntado.

El cantante ha recordado que los punks y los rockeros de la época tenían una “nula carga política, la política nos importaba un comino”. También ha criticado la necesidad de los políticos de acercarse a artistas -ha revelado que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, le ofreció dirigir el Ministerio de Cultura a Miguel Bosé-, ha calificado a la SGAE de “cementerio de elefantes” y ha subrayado que ser alternativo “no es ir con la hoz y el martillo y la estelada.



José María Sanz, Loquillo, en una entrevista publicada en revista Época el 7 de noviembre de 2010:

Ha participado en varias películas, ha escrito dos novelas. ¿No le bastaba con el rock para expresarse?

[...] En cuanto a lo de escribir, lo hago para reflejar la historia no contada de mi ciudad. Fue una explosión de cultura. Todos los grandes, empezando por Vargas Llosa, venían. Y llegó Pujol y se lo cargó. Antes de que cuenten una historia distorsionada, pues la cuento yo.

¿Y no hay rebeldes que acaben con esa ‘omertá’ nacionalista?

No, se han ido todos. De mi generación se ha ido todo el mundo. En una cena, creo que Loles León dijo: “A mí me echó Pujol de Barcelona”. Salió mi compañero Sabino Méndez y dijo: “Nosotros resistimos a Pujol, nos ha echado el Tripartito”. Las bandas más importantes de Barcelona de aquella época nos fuimos todas. Primero porque las compañías desaparecieron. Y en segundo lugar, porque tengo muy asumido lo que ellos tienen tan claro: que cultura catalana es la que se hace en catalán. Punto. Eso te dicen. ¿Y para qué te vas a molestar? La omertá ahora es muy clara allí, aunque de mí a veces dicen: “Bueno, todavía es recuperable, algo habremos hecho mal con él…”.

¿Ha perdido la esperanza de que cambie la hegemonía nacionalista?

Evidentemente esto va a tener que petar un día. Pero entretanto te has cargado una generación. El nacionalismo ahora mismo en Cataluña es un negocio muy rentable. A mí me sabe muy mal que un sentimiento que puede ser muy digno, respetable, de ciudadano que quiere sus símbolos y tradiciones, se haya convertido en el chollo de vida de mucha gente. Es comercializar un sentimiento muy íntimo. En Cataluña se ha creado el funcionariado cultural. Es todo un arte. Han intentado ver en mí a un Boadella de la música, pero él tiene muchas más tablas. Yo, humilde y simplemente, he dicho: esta guerra no es mía, ahí os quedáis. Porque la situación es kafkiana. Allí son capaces de gobernar con el 20% de los votos y les va a dar igual. Hasta ahí llega su locura.

(…)

Si vives en Cataluña y no estás por la labor del chanchullismo, eres un facha. Y anticatalán ya es todo aquel que vive en España. Deberían leer historia, porque se ha vendido a los chavales que los españoles invadieron Cataluña. Y parece que en Cataluña jamás hubo franquistas, ni el Tercio de Montserrat, ni esas imágenes de brazos alzados. En la II Guerra Mundial, mientras mi padre estaba en la cárcel, Jordi Pujol estudiaba en un colegio alemán.


Entrevista completa:





El veterano músico vuelve a criticar la discriminación lingüística de los castellanohablantes en Cataluña llevada a cabo por el nacionalismo. 7 de diciembre de 2011:

El músico José María Sanz Loquillo ha cargado duramente contra la discriminación que los intelectuales castellanohablantes han sufrido en Cataluña. “Hubo un momento muy duro, que fue el último tripartito, donde en la Feria de Frankfurt se excluyó a todos los poetas y escritores en lengua castellana; esto no se puede hacer, esto ha traído consecuencias muy graves; Cataluña es un lugar abierto, no puede pasar esto”, ha denunciado en una entrecista enitida este miércoles por TVE-Cataluña.

La reciente marcha del escritor Félix de Azúa a Madrid, quien argumentó que quería evitar que su hija fuera educada por “unos ideólogos que la van a derivar hacia una situación indeseable con el resto de los españoles”, también ha recibido las críticas de Loquillo:

“Cuando uno escucha en un diario nacional a Félix de Azúa, que es para mí uno de los tíos más brillantes que hay, diciendo que se va [de Cataluña], ya no es Loquillo quien lo dice o quien mete el dedo ahí, es que se ha ido mucha gente”.

Según el músico, la industria musical en Barcelona “ha muerto”, mientras que la ciudad siempre había sido “una ciudad de acogida”. “Si no sabemos aprovechar esto, es que somos tontos”, ha insistido. “¿Por qué se ha ido Boadella? Alguien lo ha hecho mal”, ha concluido.

 (video)

Pau Gasol: "Gracias por ser español"




Pau Gasol habla de las claves del éxito del deporte español y de la envidia que suscita en un artículo sin desperdicio.

La estrella de Los Ángeles Lakers ha escrito una carta en el diario Marca que titula "admiración y envidia" con el fin de defender al deporte español de los ataques recibidos por los guiñoles de Francia.
Pau Gasol escribe desde Boston momentos antes de firmar un partidazo ante los Celtics, en el que ha demostrado una vez más que es uno de los mejores jugadores de baloncesto de la historia.
El objetivo de Gasol es responder a los ataques que vienen del país galo, aunque reconoce que no ha visto los guiñoles. "Como aperitivo", dice Pau, "me parece asqueroso que se pongan bajo sospecha los éxitos del deporte español".

El pívot de los Lakers analiza el "momento maravilloso" que se vive en España con el deporte, donde "se puede hablar de un éxito generalizado". Pau asegura que "sólo puedo disfrutar y dar gracias por ser partícipe de este momento" y, por ello, añade: "Gracias por ser español, como escucho cantar a los campeones de la Davis".

El mejor jugador de baloncesto que ha dado España cree que "debe ser duro no vivir lo que estamos viviendo nosotros". "En muchos rincones, y yo lo siento así, España despierta admiración. A otros, nuestro éxito les produce envidia. Me cuesta creer por qué en Francia quieren atacar a deportistas de primer nivel y siempre de un determinado país, el mío", continúa Pau.
Por último, Gasol vuelve a hacer pública la fórmula del éxito del deporte español: "Los deportistas españoles están triunfando por su esfuerzo, su talento, su inteligencia, su humildad, su trabajo y su perseverancia".

El jugador de los Lakers acaba su artículo refiriéndose a Alberto Contador, al que insufla esperanza: 
"Desde aquí mi ánimo al mejor ciclista del mundo".