‘La unidad del fútbol de España muestra el camino a las
regiones‘. Esta es la conclusión a la que ha llegado el periodista
deportivo Simon Kuper en un artículo publicado este domingo en el diario
económico Financial Times.
Kuper, colaborador habitual en medios como The
Guardian y The Observer, considera al jugador del F.C.
Barcelona y de la selección nacional Xavi Hernández como ‘el mejor
modelo disponible a seguir’.
‘El pequeño centrocampista español no es meramente el
supremo pasador del deporte, el catalán también ha mostrado el camino a los
españoles para sentirse orgullosos tanto de su región como de la nación
española. Xavi representa a una España que es a la vez regional, nacional e
internacional’, añade.
La propaganda nacionalista durante la dictadura
El artículo recuerda la utilización que la dictadura
franquista hizo de la selección española, tratándola como ‘una herramienta de
propaganda’ rodeada de ‘retórica nacionalista’, un ambiente en el que ‘los
jugadores eran animados a cantarcanciones fascistas‘.
‘Franco contaminó [a la selección de] nacionalismo español.
Mucho tiempo después de su muerte, muchos catalanes y vascos todavía rechazaban
al equipo nacional, considerando incluso la bandera española y la canción Y
viva España comosímbolos de la extrema derecha‘, añade Kuper,
que subraya que ‘muchos catalanes consideraban al Barcelona como su equipo nacional
de facto’, ‘el ejército desarmado del nacionalismo catalán’, en palabras de
Vázquez Montalbán.
El nacimiento de La Roja
Sin embargo, ‘las cosas empezaron a cambiar’ en la primera
década de este siglo. ‘Un estilo de pases de inspiración holandesa, importados
por el Barcelona en los 70, cuando España entró en las redes europeas
del conocimiento, fue finalmente adoptado por el equipo nacional’, aunque
‘se necesitó limpiar pasadas asociaciones nacionalistas’.
Hasta el punto, continúa el articulista, de que el ex
seleccionador nacional Luis Aragonés reapodó al equipo como La Roja antes
de la Eurocopa de 2008, un apodo que ‘parecía (a pesar de que Aragonés lo
negó) romper con el pasado e incluso acercarse a la
izquierda’.
Catalanes y españoles
Según Kuper, la consolidación de ese cambio se constató en
detalles como la conga de los futbolistas españoles cantando Y viva
España tras ganar dicha competición, y el grito de “¡Viva España!”
lanzado por Xavi en la posterior fiesta de celebración ante ‘una multitud de
madrileños’. ‘Eso pareció más bien como el simbólico final de la Guerra
Civil’, sentencia.
Y añade:
‘Cuando España ganó la Copa del Mundo en 2010, muchos
seguidores lo celebraron también en Bilbao y Barcelona. Esa gente no
estaba desechando sus identidades regionales. Más bien, se sentían vascos y
españoles, catalanes y españoles. El propio Xavi mostró de nuevo el camino:
tras la final de la Copa del Mundo, recorrió la cancha ondeando una bandera
catalana. Esto era un nuevo tipo de nacionalismo, uno que Franco no habría
entendido’.
‘La nueva España sigue existiendo’
El periodista destaca que la gran rivalidad entre el
Barcelona y el Madrid registrada durante esta temporada, ‘la más feroz del
fútbol mundial, generó preocupación sobre si los jugadores de ambos equipos
podrían reconciliarse de cara a la Eurocopa de 2012. ‘Lo han hecho’, asegura
Kuper, ‘mostrándose perfectamente unidos’ en los primeros
partidos de la competición.
‘El Gobierno lucha por permanecer en el euro. Pero, aunque
[la selección] fracase, España seguramente seguirá intercambiando conocimiento
de vanguardia con otros países europeos y mantendrá su mejorada relación
emocional entre sus regiones y el centro. La nueva España sigue existiendo,
y este equipo es un ejemplo‘, concluye el artículo.
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Xavi posa con la bandera nacional. |